Ponta espera ansiosamente el primer gran evento en su vida de instituto que le dará la oportunidad de perder su virginidad. Un viaje a la playa con sus amigos Taro y Jiro, en compañía de tres chicas, Emi, Rumi y Chisa. Sin embargo, sus planes fracasan miserablemente, cuando resulta que Chisa no está tan dispuesta como creía que sería. Por lo tanto, al final del viaje, a diferencia de sus amigos que le provocan acerca de este fracaso, sigue siendo una virgen. Para sorpresa de sus amigos, Chisa se da la vuelta y le pide que se mantenga en contacto.