Crecí en una familia disfuncional, rodeada de vecinos, no, extraños que nos miraban con ojos burlones. Mi padre, era un matón y mi madre una dama de la tarde o, para bien o para mal, una ramera. Pensé que era normal, que esta vida que viví era normal. Después de todo, esta fue la única vida que he conocido. Aunque la mayoría de las veces, apenas se preocuparon por mi bienestar y mi temor a volver a casa, a esa casa desierta. Gradualmente, comencé a odiar la vida ... o eso pensé hasta que una niña de mi edad, aún mayor que yo, apareció como una flor de primavera. Se llamaba Qing Qing y nació en pleno invierno. La llamo Hermana Mayor Qing Qing. Cuando sonrió, tenía esos dos hoyuelos dulces adornando sus mejillas mientras su hermoso cabello largo brillaba bajo los rayos del sol. Su falda plisada rosa era un elegante contraste con su figura blanca y fragante. Mirándola ... mi corazón latía con fuerza ... Creo que ella robó mi corazón sin previo aviso, sin que yo lo supiera. Y me caí duro. R-15