Tras la trágica muerte de su amiga, Xie Yu se sumergió en el mundo de los juegos. Un día, apareció en su teléfono un juego llamado \El juego definitivo\. Cuando se enteró de que el juego podía conceder cualquier deseo e incluso revivir a los muertos, decidió ponerse como meta 100 millones de puntos. ¡Comienza la segunda vida del otaku!