"Iwazaru es un personaje importante en el mundo de la fortuna, y es especialmente relevante en el manga ""Los Problemas de una Vendedora de la Fortuna"" de Jirô Taniguchi. El nombre ""Iwazaru"" significa ""el que no habla"" en japonés, y este es un rasgo esencial de su personalidad.

Iwazaru es un hombre misterioso, solitario y enigmático. No habla mucho, pero sus acciones hablan por sí solas. Es conocido como un vendedor de amuletos de la suerte y objetos espirituales, como talismanes y cartas de tarot. Iwazaru siempre está disponible para ayudar a los clientes a resolver sus problemas, pero siempre es muy cuidadoso al hacerlo. Conoce las artes oscuras de la adivinación y el hechizo, y esta habilidad lo hace una figura temida por algunas personas.

A primera vista Iwazaru puede parecer distante e indiferente, pero a medida que se conoce más de él se revela su lado amable y protector. Él tiene una empatía innata que le permite entender las necesidades y deseos de los demás, y trabajar arduamente para cumplirlos. Alrededor de él siempre hay una sensación de energía protectora, como si detrás de su sereno exterior hubiera un poderoso espíritu que lo guía.

A pesar de que Iwazaru rara vez habla, cuando lo hace sus palabras son profundas y llenas de significado. Sus consejos son muy buscados, y a menudo son claves para ayudar a los personajes a resolver los dilemas en los que se encuentran. Su habilidad para leer las cartas de tarot y adivinar el destino atrae a muchos clientes, pero sus habilidades van más allá de la mera adivinación. Iwazaru tiene una comprensión profunda de la naturaleza humana, y puede ver a través de las apariencias y las mentiras para descubrir la verdad detrás de las situaciones.

En resumen, Iwazaru es un hombre misterioso e intrigante, que trabaja en el mundo de la adivinación y la venta de objetos espirituales. Su personalidad enigmática, su habilidad para adivinar el destino y su comprensión profunda de la naturaleza humana lo hacen un personaje clave en el manga ""Los Problemas de una Vendedora de la Fortuna"". Su presencia calmante y protectora enriquece la trama de la historia, y sus intervenciones son a menudo cruciales para el éxito de los personajes."