"Mirella es una joven talentosa y apasionada de la música. Se desempeña como violinista en la Orquesta Sinfónica de Santa Cecilia y su gran habilidad en este instrumento ha hecho que sea reconocida como una de las mejores de su generación. La pasión de Mirella por la música se debe a su madre, quien también fue una gran violinista y le enseñó todo lo que sabe.
A pesar de ser bastante reservada, Mirella es una persona muy amable y generosa. Siempre está dispuesta a ayudar a sus compañeros de orquesta cuando lo necesitan y su carácter amigable ha hecho que sea muy querida por todos ellos. Además, también tiene un gran sentido del humor y suele hacer bromas que hacen reír a todos los presentes.
Mirella es una persona exigente consigo misma y siempre busca la perfección en todo lo que hace, especialmente cuando se trata de su música. Esto la ha llevado a tener discusiones con el director de la orquesta cuando considera que las partituras no están a la altura de sus expectativas o cuando siente que no puede dar más de sí en una interpretación.
A pesar de su juventud, Mirella es muy madura y responsable. Debido a que su padre falleció cuando ella era muy joven, tuvo que aprender a ser independiente desde temprana edad. Y aunque a veces esta responsabilidad puede ser abrumadora, siempre saca adelante todo lo que tiene que hacer sin lamentarse ni rendirse.
Mirella es una persona muy soñadora y tiene la firme creencia de que la música puede cambiar el mundo. Para ella, la música es una forma de expresión que llega al alma de las personas y puede generar paz, consuelo y esperanza en situaciones difíciles. Por esta razón, sueña con crear una fundación que promueva la música en comunidades vulnerables y que ayude a los niños a tener acceso a este arte.
En resumen, Mirella es una joven talentosa, amable, exigente, madura y soñadora. Su amor por la música la ha llevado a seguir perfeccionándose y a luchar por sus sueños, convirtiéndose en un ejemplo para todos aquellos que la conocen."