"Dagon es uno de los personajes más enigmáticos y fascinantes de Monstruos en el invernadero. Este ser acuático de aspecto monstruoso es el responsable de muchas de las tragedias que ocurren en la historia, aunque su verdadera naturaleza queda velada en un misterio que sólo se va desvelando a lo largo de la trama.
En primer lugar, es importante señalar que Dagon es un dios. En la mitología fenicia, este era el nombre de una deidad marina que se asociaba con la fertilidad y la pesca, y que tenía un gran poder y prestigio. En la obra, el personaje de Dagon hace referencia a esta figura divina, aunque se presenta como una criatura mucho más siniestra y peligrosa.
Dagon es descrito como un ser gigantesco, con escamas azuladas y ojos amarillos que brillan en la oscuridad. Tiene garras afiladas y una fuerza sobrehumana, lo que lo convierte en un adversario formidable. Además, se sabe que puede adoptar otras formas, como la de un humano, lo que le permite moverse entre los mortales sin llamar demasiado la atención.
A lo largo de la trama, Dagon va revelando poco a poco su historia y sus motivaciones. Se trata de un ser solitario y también muy anciano, que ha vivido durante siglos en las profundidades del mar. Siente un gran desprecio por la humanidad, a la que considera débil y corrupta, y su objetivo final es destruir toda la vida en la Tierra, para que sólo queden los océanos bajo su dominio.
A pesar de su maldad y su ferocidad, Dagon también tiene cierta fascinación por algunos humanos, especialmente aquellos que demuestran un valor y una inteligencia excepcionales. En algunos momentos, incluso llega a formar alianzas con ellos, aunque siempre con un objetivo oculto.
En resumen, Dagon es una figura enigmática y peligrosa, que añade un elemento de suspenso y misterio a Monstruos en el invernadero. Su presencia y sus acciones son clave para la trama, y su personalidad compleja y retorcida lo convierten en uno de los personajes más interesantes de la obra."