"Mitsuha Miyamizu es una adolescente de 17 años que vive en un pequeño pueblo llamado Itomori en la región montañosa de Japón. Es la hija del alcalde de la ciudad, y vive en una familia que se dedica a la elaboración de sake.

Mitsuha anhela vivir en la ciudad y tener una vida emocionante, alejada de la monotonía de su vida cotidiana en el campo. Sueña con convertirse en la próxima ""musa"" del festival del pueblo, pero se enfrenta a una barrera cultural que la hace sentir insegura de sí misma.

Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando comienza a experimentar extraños sueños en los que se despierta en el cuerpo de un chico llamado Taki Tachibana, que vive en Tokio. A pesar de estar confundida por estos sueños, Mitsuha descubre que tiene habilidades sobrenaturales y que puede influir en la vida de Taki.

A medida que se desarrolla la historia, Mitsuha se encuentra dividida entre su vida en Itomori y su vida en Tokio, tratando de encontrar un equilibrio entre la tradición y la modernidad, entre lo rural y lo urbano. A lo largo de su viaje, aprende a valorar y aceptar su verdadera identidad, y encuentra su lugar en el mundo.

Mitsuha es una personaje muy carismática, a menudo se la describe como una chica enigmática, pero también con un gran espíritu aventurero. Tiene una personalidad abierta y amable, pero también puede ser terca en ocasiones. A lo largo de la historia, ella demuestra una gran determinación y coraje para superar los obstáculos que se le presentan y lograr sus objetivos.

Mitsuha es una figura muy importante en la historia de ""Flor de invierno"", ya que representa la lucha por la identidad, la búsqueda de un sentido de pertenencia, y el valor de la familia y la comunidad. Su personaje es esencial para la trama, ya que su historia personal refleja las complejidades y contradicciones de la sociedad japonesa contemporánea."