"Kakeru es un personaje clave en el manga ""Aún Recuerdo"". Es un joven japonés de 18 años, cuyo nombre significa ""corredor"". La vida de Kakeru no ha sido fácil, ha pasado por grandes traumas y desafíos que le han moldeado como persona.

Desde pequeño, Kakeru ha sido un apasionado del fútbol, un deporte que le ha ayudado a evadirse de sus problemas y a sentirse libre. Sin embargo, un trágico incidente en su juventud cambió su vida para siempre. Kakeru encontró a su madre muerta en casa, lo que le dejó profundas cicatrices emocionales. A partir de ese momento, Kakeru se convirtió en una persona cerrada, reacia a confiar en los demás. Solo el fútbol seguía siendo su refugio seguro.

En el manga, Kakeru es retratado como un joven alto y apuesto, con cabello oscuro y ojos profundos y tristes. Él es conocido en su escuela como un jugador talentoso y dedicado, pero también como un solitario que no se mezcla fácilmente con el resto de los estudiantes. Sin embargo, esto comienza a cambiar cuando conoce a una joven llamada Aya, quien eventualmente se convierte en su novia.

Aya ayuda a Kakeru a superar sus miedos e inseguridades, y a abrirse a las personas que lo rodean. Con su apoyo, Kakeru comienza a compartir sus sentimientos y pensamientos con otros, lo que lo lleva a hacer amigos y a encontrar una nueva familia en su equipo de fútbol. Es interesante cómo el nombre ""Kakeru"" se relaciona con su personalidad y su pasión por el deporte, como si hubiera nacido para correr.

En el manga, Kakeru lucha con su relación complicada con su padre, quien ha estado ausente por gran parte de su vida. Aunque intenta conectarse con él, Kakeru todavía tiene dificultades para perdonar a su padre por haberlos abandonado a él y a su madre. Sin embargo, a medida que su padre comienza a desempeñar un papel más activo en su vida, Kakeru comienza a sanar y a aceptar a su padre como es.

En resumen, Kakeru es un personaje complejo y fascinante en ""Aún Recuerdo"". Su pasado traumático y su lucha por abrirse a las personas que lo rodean lo hacen muy real y fácil de relacionar. Sin embargo, a lo largo del manga, es inspirador verlo superar sus miedos y encontrar la fuerza para conectarse con los demás. La historia de Kakeru es un recordatorio de que siempre hay una luz al final del túnel y que el poder de la amistad y el amor puede curar incluso las heridas más profundas."