"Lucía es una de las protagonistas principales de Castillo de ilusiones: algo parecido al amor. Es una chica joven, de cabello largo y oscuro, que da la impresión de ser reservada y misteriosa. A pesar de su apariencia tranquila, Lucía es en realidad una persona compleja, con una historia de vida difícil que la ha llevado a ser desconfiada y retraída.

Al principio de la historia, Lucía trabaja como camarera en un café de la ciudad. Sin embargo, esto es solo una tapadera para su verdadera actividad como estafadora. Lucía y su compañero en la estafa, César, traman esquemas para robar dinero a personas ricas e incautas.

A pesar de sus actividades ilícitas, Lucía es capaz de mantener una actitud estoica y desapegada hacia las personas que conoce. Sin embargo, su máscara empieza a resquebrajarse cuando conoce a Rodrigo, un hombre misterioso que contrata sus servicios como estafadora. A pesar de sus reticencias iniciales, Lucía empieza a sentirse atraída por Rodrigo, y a medida que se conocen mejor, los sentimientos de ambos empiezan a profundizarse.

A medida que la trama de la historia avanza, se revelan más detalles de la triste historia de vida de Lucía. Sus padres murieron en un accidente de coche cuando ella era joven, y desde entonces ha pasado de hogar de acogida en hogar de acogida, sin encontrar un lugar al que pueda llamar hogar. Esta experiencia ha dejado a Lucía profundamente herida y desconfiada.

A pesar de todo, Lucía es una persona con una voluntad de hierro. A medida que va abriendo su corazón a Rodrigo y a los demás personajes de la historia, va descubriendo que quizás hay algo parecido al amor en el mundo después de todo. A medida que va descubriendo esta verdad, Lucía se va convirtiendo en una persona más abierta, más feliz y más libre de espíritu."