"Diego de Deza es un personaje destacado en la obra ""Ensayo | El tribunal de: ""El Santo Oficio"""". Deza fue un teólogo y abogado español, que se convirtió en obispo de Salamanca y más tarde en el confesor del rey Fernando el Católico.

En la obra, Deza es retratado como uno de los inquisidores más influyentes del Santo Oficio en España. Se dice que era un hombre de gran inteligencia y astucia, capaz de detectar a cualquier hereje con sólo mirarlo.

Diego de Deza aparece por primera vez en la trama cuando se le asigna la responsabilidad de dirigir el proceso inquisitorial contra el personaje principal de la obra, un humanista llamado Antonio de Nebrija, acusado de enseñar ideas heréticas en sus clases.

En su papel de inquisidor, Deza es descrito como implacable en su búsqueda de la verdad y en su afán por erradicar el pecado y la herejía de la sociedad. A pesar de sus métodos cuestionables, sus motivaciones son nobles y sinceras, ya que cree que está haciendo la obra de Dios.

Con el transcurso de la trama, Diego de Deza se vuelve más y más obsesionado con la caza de herejes y brujería, llegando incluso a torturar a sus prisioneros para obtener confesiones. Esta obsesión lo lleva a cometer errores y a acusar a personas inocentes, lo que finalmente lo contradice y lo desenmascara como un hombre falible.

En general, Diego de Deza es un personaje complejo e interesante en ""Ensayo | El tribunal de: ""El Santo Oficio"""". Su papel como inquisidor lo lleva a confiar más en su propia visión del mundo que en la verdad objetiva, pero su carácter noble y su compromiso con su fe lo hacen un personaje digno de admiración y estudio."